Sobre la vestimenta cristiana

Introducción

Tópicos como la vestimenta son poco tocados el día de hoy. Muchas veces puede haber una mala comprensión por algunas cuestiones que son necesarias entender y solucionar antes de abordar el tema, de lo contrario es más probable que la presente postura verdadera sea rechazada y hasta satirizada, pues no es posible enseñar un tema sin antes demostrar sus fundamentos de los cuales se sostiene, ni es posible demostrarla como verdadera si antes no se muestra la lógica de la misma, puesto que el ser humano solamente aceptará o será más propenso a aceptar solo aquello que le parece razonable. Dicho esto, es pues necesario, mencionar algunos prejuicios que podrían influir en la no comprensión de la postura que aquí se desarrollará para fines no contenciosos, sino con el objetivo de llegar a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, tal como está Escrito (Efesios 4:13).

Aspectos culturales

La realidad nos muestra muchas cosas, ya sea costumbres, creencias, valores, músicas de determinada región, leyes, etc. Todas estas cosas son parte de la acepción antropológica de cultura, la cual es necesario que verdaderamente eliminemos de nuestra mente al analizar este tema, ya que si bien todos crecemos en determinado pueblo, es inevitable no verse influido por la comunidad. El hombre no es un ser aislado que pueda vivir en soledad, sino que este vive en comunidad, en sociedad, sin la cual no puede existir como humano, ya que al vivir sin sociedad no queda más hombre, sino solo una bestia, similar a los rinocerontes negros. Todos fácilmente podemos observar que todo ser humano, busca de alguna manera asemejarse a sus pares. Piense en un momento en los jóvenes de hoy, como es que influenciados por sus pares, llegan a hacer locuras solo por querer aceptación de determinado grupo humano; algunos que son más tranquilos buscan juntarse con otros seres tranquilos, mas ninguno sobrevive solo, pues hasta siempre la familia estará. Entendido esto, sabemos bien que la cultura (creencias, valores, costumbres de determinada sociedad) influye en el hombre por su condición de tal. No hizo Dios al hombre solo, sino que sabiendo Dios su diseño de ser social, le hizo a Eva, puesto que a pesar de que Adán haya visto a los animales y como dice la Escritura: "puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea". Es claro con base a este pasaje de la Escritura que ninguno de estos animales le daría una relación social propia de seres racionales que pueden coexistir en comunidad, por esto Dios creó a Eva para Adán, confirmando así el punto de la naturaleza social del hombre, pero alguna dirá: ¿y qué hay de la influenciabilidad cultural por ser seres sociales?, a lo que respondemos que es pues mostrada en la Escritura cuando expresa: "la mujer vió que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella". Ambos sabían que el deber indicaba no comer del árbol del conocimiento del bien y el mal, mas Eva por sus creencias influenciadas por la "serpiente", influenció a su vez a Adán. ¿Si aún los seres más perfectos de la creación fueron influenciados por la comunidad, cree el hombre de hoy que no podrá ser influenciado por su cultura actual?. La respuesta no necesita ser dicha, pues es evidente. También la Escritura expresa: "El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado (Proverbios 13:20)". Después de esta breve argumentación, queda así demostrado la influenciabilidad del hombre por la cultura, pero, ¿qué tiene de malo ser influenciado por la cultura imperante?.

Sabemos bien que para transmitir creencias, costumbres, valores, leyes, etc, estas deben ser enseñadas y divulgadas por alguien, y a esto surge la pregunta: ¿Los cristianos tienen poder?. El poder es definido por Max Weber (él es sociólogo, economista, jurista, historiador y politólogo alemán) como la probabilidad de imponer la propia voluntad sobre los demás. A todo esto es lícito cuestionarse: ¿quién tiene el poder ahora en el mundo?, a lo que respondemos lo siguiente: "Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno (1 Juan 5:19)". Es pues, patente que quien produce cultura (creencias, valores, costumbres, leyes ,etc) es el mundo bajo pecado y apartado de Dios. Ellos no toman en cuenta a Dios, sino a sus propias opiniones, tal como agrada a Satanás, mas la Escritura sobre las opiniones menciona: "¿Has visto hombre sabio en su propia opinión?, más esperanza hay del necio que de él (Proverbios 26:12)". Es necesario entonces, que cada hombre sea pronto para no basar su moral o sus acciones en su "propia opinión", quedando así imposibilitado de decir: "yo no creo que sea malo, es mi opinión".

En conclusión respecto al aspecto cultural, quedó demostrado que debemos deshacernos de lo que hemos normalizado por nuestro entorno, pues al nacer en determinado país, pueblo, etc, es inevitable que hayamos sido influenciados por la cultura contemporanea, no en vano los judíos ni se atreven a mencionar el nombre de Dios, pues en su cultura es de común creencia que sus labios son impuros para mencionar un nombre tan Santo, mas para la sociedad occidental es algo normal, y aun muchos blasfeman su nombre sin temor alguno. Que no nos acontezca lo que le pasó a Israel.

5 Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová. 6 Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres (influencia cultural) traídas del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros.

Isaías 2:5-6.

Aspectos cognitivos

En lo que concierne a los aspectos relacionados al conocimiento, sabemos que la gnoseología (rama de la filosofía que se encarga de la problematizar acerca del conocimiento) ha desarrollado dos posturas, a saber, la objetivista y la subjetivista. Ambas conflictuan y son contrarias entre sí. Como ser que anhela la vida en santidad, es pues necesario aclarar ciertos tópicos respecto a este apartado.

¿Qué se entiende por subjetivista?

El ser subjetivista es irracional, no quiere entender de razones si no son las de su propia percepción. Piensa solamente en su parecer, y es sabio en su propia opinión, lo cual es contrario a la Escritura (Proverbios 3:7).

Es común oír del ser subjetivista las siguientes frases:

"Me parece exagerado tal postura".

"Siento que no es correcta tal alegación".

"La verdad depende de ti".

"No hay hechos, solo interpretaciones".

"Lo correcto depende de la cultura"

Ciertamente existen más frases, pero no serán mencionadas aquí para no ser tan tedioso.

El ser subjetivista enseña que la realidad de las cosas depende de uno mismo, del propio parecer, de la percepción personal del sujeto, de aquello que tu sientas o creas que es, mas no de la cosa en sí misma. Un ejemplo de esto sería cuando alguien ve un cuadrado, pero el subjetivista diría: "para mí eso no es un cuadrado, sino un rectángulo", esto hace que notemos lo ilógico de la subjetividad en todos los ámbitos.

Algunos han intentado conciliar el subjetivismo con la verdad, al decir el siguiente ejemplo: "para mí este helado de sabor de fresa es rico, para tí no, pues esto depende de los gustos, no del helado en sí mismo". Este es un ejemplo más sutil de lo que es el subjetivismo, pues no depende lo sabroso del helado de los gustos personales del sujeto que prueba, sino que lo sabroso depende del helado mismo, aunque algunos no tengan buenos gustos, no significa que el sabor sea asqueroso, pues como volvemos a aclarar, la realidad no depende del sujeto, sino del objeto, de la cosa en sí misma.

Esta postura subjetivista está en total pleito con la Escritura, pues ésta expresa: "los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad (Juan 4:23)". La verdad, o en otras palabras: "lo que es", no es algo que dependa de las personas, pues si hay un televisor frente a tí, su existencia no dependerá de si lo quieres ver o no, sino de que precisamente está ahí.

En conclusión, es pues repudiable que un cristiano asevere subjetivismo para su vida.

¿Y qué hay del objetivismo?

Esto es todo lo contrario al subjetivismo, y en resumen esta postura enseña que la verdad no depende de la percepción personal, sino de la realidad misma, del objeto mismo, de la cosa en sí, no de las opiniones de las gentes sobre la cosa.

Jesús es objetivista, pues solo en un sistema de pensamiento objetivista es posible hablar de la palabra "verdad", y a decir de Jesús sabemos que la verdad existe, por cuanto él dijo: "yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6)", y también para cualquier ser humano pensante, es evidente la existencia de la verdad, pues no es correcto hablar de "tú verdad", "mi verdad", ni mucho menos de la no existencia de esta, ya que para afirmar que no hay verdad, se tiene que afirmar una verdad que es la verdad de que no hay verdad. No hay opción, se es objetivista, o se ha negado la fe.

En conclusión, los temas a abordar deben ser vistos desde una visión objetivista, mas no subjetivista.

Aspectos concernientes al lenguaje

Mucho se podría diferir de pensamiento por un mal entendimiento del significado de las palabras. Recordemos que los seres humanos, transmitimos aquellos pensamientos internos que tenemos, por medio de las palabras, por las palabras nos comunicamos y hacemos saber al otro nuestras ideas, y si acontece que dos personas conversan y tienen un concepto diferente de la palabra que está en disputa, es poco probable que se llegue a un acuerdo con respecto a la verdad.

Las acepciones

Es necesario recordar que las palabras tienen acepciones, puesto que al llamarle a alguien "eres un ser con poca cultura", no sería lo mismo que llamarle "eres un ser con interesante cultura". La primera frase refiere a la palabra "cultura" en su sentido ilustrado, pues en esta época la palabra "cultura" era utilizada para referirse al conjunto de saberes que un hombre conseguía por mejorar su intelecto, pero la segunda frase hace referencia a la acepción antropológica que ya hemos explicado.

Es necesario entonces que al discutir sobre algún tema, se tenga en cuenta la unidad de pensamiento en el concepto.

Aspectos éticos

Surgen preguntas como: ¿qué cosas son juzgables de inmorales o morales?. Ciertamente la pregunta es errónea, pues las cosas no se juzgan, sino las acciones. Pongamos un ejemplo: "Aconteció que un hombre tenía un martillo, y ciertamente este martillo sería usado para clavar un cuadro a la pared, pero sucedió que este hombre usó el martillo para clavar la cabeza de su vecino contra la pared", ¿qué pues cree, es malo el martillo, o la acción que con el martillo hizo?. Claramente, el acto es juzgable, no la cosa, pues se juzgan los comportamientos, no las esencias, ya que de lo contrario sería semejante a decir: "eres malo porque eres varón (esencia)". En este ejemplo no se juzga acción alguna, sino la sustancia (ser varón), lo cual es absurdo, pues nadie es malo por el hecho de ser, sino por el hecho de hacer.

Necesario es que al tocar el tema se tenga presente este punto, pues lo que se juzgaría no sería un pedazo de tela, sino el acto de quien se pone esa tela para "cubrirse".

Aspectos teológicos respecto a los dos Pactos

Se oye mucho lo siguiente: "el Antiguo Testamento o Pacto ya no es de posible aplicación para los cristianos", pero esta frase muy común es algo ambigua, pues podría ser entendida en el sentido de que no sirve para nada, o de que solamente la ley ya no es para nosotros, mas los principios que muestran el pensamiento de Dios son eternos, ya que Él es el mismo siempre (Hebreos 13:8).

Es evidente para todos, que hubo un cambio de ley, pues la Escritura expresa: "Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer". Dios había prometido hacer un Pacto distinto del que hizo con el pueblo de Israel (Jeremías 31:31-32)", y por lógica al ser distinto, no es el mismo, sino otro. Queda así aclarado que no hay forma de guardar algún mandamiento de la antigua ley, puesto que hacerlo representaría cometer adulterio espiritual (Romanos 7:1-6), tener puesto el velo que no permite ver la verdad (2 Corintios 3:13), no aceptar que Cristo es el sumo sacerdote (Hebreos 7:12), etc.

Pero alguno se podría cuestionar: ¿Entonces para qué sirve ahora el Antiguo Testamento?

Ciertamente el Antiguo Testamento no ha sido escrito en vano. La Escritura declara lo siguiente: "Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza (Romanos 15:4)". De esto se puede ofrecer el siguiente argumento:

Romanos 15:4 enseña que hay enseñanza para nosotros en las antiguas Escrituras.

La enseñanza debe ser aplicada por los verdaderos cristianos.

Lo que se aplica está en uso.

Conclusión; El Antiguo Testamento tiene enseñanza para ser aplicada por los cristianos.

Ciertamente la enseñanza a aplicar no es la ley, pues esta fue solamente para Israel, y no así para otra nación (Salmos 147:19-20). Pero, ¿qué hay de los principios?.

Principio, del griego ἀρχή, arkhé, que significa comienzo, mandato rector, punto de partida y fundamento. Es pues entonces el origen de algo, ya sea de una idea, pensamiento o creencia. Un ejemplo sería: "No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba". Si bien es cierto, aquí se muestra un mandamiento, pero, ¿cuál sería el principio?. Los israelitas salían de Egipto y Dios no quería que su pueblo se hiciera semejante a ellos (Levítico 18:3), si se conoce algo de cultura egipcia, se sabrá que la tonsura es raparse como los egipcios hacían, y también ellos se rasuraban la barba dejándose lampiños. Es claro que el principio aquí es que Dios quiere que su pueblo no sea como los egipcios, le quiere formar una identidad para que se distingan de los egipcios y no tengan parte con ellos, pues estos les oprimieron gran cantidad de tiempo e imitarlos sería un insulto al rescate que Dios realizó, entonces es preciso afirmar que Dios no le agrada que copiemos por moda las costumbres malas de los otros pueblos, ya que de estas costumbres mencionadas, sabemos que los egipcios lo hacían por vanidad excesiva por considerar tal acción como higiénica y buena para lograr una mejor estética. Al contexto actual se podría decir que a Dios no le agrada que sus hijos copien las costumbres del mundo de ir a discotecas a pesar que solo vayan con la intención de conversar; es claro que el ambiente de una discoteca no es propia de un cristiano, sino de un ambiente de perdición por las músicas hipersexualizadas que suenan en la actualidad.

Entonces, vemos que el Antiguo Testamento, tiene en sus mandamientos posibles principios a aplicar para tomarlo de aplicación.

Ya aclarado todas estas cosas, es posible desarrollar el tema, pues se presume que se ha concientizado de los posibles prejuicios que pueden surgir antes de analizar el tema de la vestimenta y el pudor.

Exposición del Tema central

La Biblia da ciertos mandatos con respecto al tema de la vestimenta. Como cristianos nos guíamos de la ley de Cristo, la cual está expresada en el Nuevo Pacto, el cual nos da normas principio, mas no normas regla, pero, ¿qué es una norma principio, y qué una norma regla?. En Derecho se enseña la diferencia de estas, y por el nombre se puede reconocer un poco de qué trata. Una norma principio es un mandato general, similar a decir: "se tiene derecho a la libertad", pero, alguien podría preguntarse respecto a esto: ¿Cuáles son los límites de esa libertad, hasta que grado tengo la libertad?, no hay pues nada explícito aquí, sino solo una norma general del cual puede salir un gran desarrollo que por más que no esté escrito explícitamente, lo implícito que salga del mandato no anula su obligación de deber ciudadano de cumplirlo. En cambio, una norma regla es más específica, sin opción a reclamo, como por ejemplo: Si matas a alguien con intención de matarlo (supuesto de hecho), morirás (consecuencia jurídica)".

En el Antiguo Testamento se ve claramente normas regla, como cuando se menciona: El que hiriere a su padre o a su madre (supuesto de hecho), morirá (consecuencia jurídica) (Éxodo 21:15). Pero en el Nuevo Testamento, se ve normas principio, como la siguiente: "orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios (Gálatas 5:21). Vemos aquí que no hay nada explícito (exactamente mandado) de lo que significa "cosas semejantes a estas". Si alguno pidiere capítulo y versículo del Nuevo Pacto donde mencione que tener sexo con muertos es pecado, no lo hallará, pues no hay algo explicito generalmente en el Nuevo Pacto, mas en el Antiguo Pacto se muestra un desarrollo de aquellas cosas "semejantes a estas", como bien expone Levítico 18 al hablar contra la homosexualidad, sexo con animales, sexo con muertos, etc. Entonces, a pesar que no esté en el Nuevo Pacto, se puede conseguir un desarrollo de la ley, en el Antiguo Pacto, y esto es lo que se expondrá a continuación. Quien no crea esto, debe demostrar con el solo uso del Nuevo pacto, el mandamiento explícito donde prohíba consumir drogas o fumar. Ciertamente no habrá, pues el Nuevo Pacto es más de normas principio, y al regirse de solamente mandatos explícitos negando los implícitos (aquellos que no están exactamente ordenados), se llegará a absurdos por no poder obligar a alguien a creer que fumar o drogarse es pecado, pues no hay mandamiento explícito.

Mandamientos en el Nuevo Pacto

El Nuevo Pacto nos da una norma principio, la cual es la siguiente:

Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia (1 Timoteo 2:9).

De aquí surge el principio de que el mandato también debe ser para varones (lo tomaré como principio axiomático), pero notamos que no hay un desarrollo de lo que significa vestir con pudor (recuérdese que el centro de esta exposición es el tema del pudor, no lo demás, ni las telas, sino las medidas), ni se nos dice hasta dónde debemos cubrir la desnudez. El pudor es la vergüenza de mostrar la desnudez, de este modo que quien no tiene pudor, no tiene vergüenza, y quien no tiene vergüenza es un sinvergüenza (consecuencias lógicas objetivistas). La palabra griega para pudor es aidós, Aidós era una "diosa" que representaba la vergüenza, de ahí que el significado sea vergüenza de mostrar la desnudez. Pero muchos podrían sentirse raros por la cultura de hoy semejante a la griega, que no considera el pudor una virtud, sino una incoherencia sin sentido. Es claro para cristianos que el pudor es una virtud, pero para el no cristiano es ilógico, pues dirá: "lo importante no es si muestras o no desnudez, sino que lo importante es tu corazón". Para esto referiré una ilustración teniendo en cuenta a quienes consideran que sus cuerpos son valiosos: "Era pues, un hombre, nacido en un mundo contaminado por gentes de malos pensamientos, este tenía dentro de su camiseta diamantes preciosos de mucho valor. Sucedió que el hombre sabiendo que el mal habitaba en su localidad, no consideró el mal que causaría sacándose la camiseta por el calor que había en la ciudad, y al sacarsela ocasionó que muchos se matarán unos a otros por la codicia y deseo que generó en otros por mostrar sus diamantes preciosos. No consideró reservar ese tesoro para alguien especial, sino que lo mostró abiertamente a muchos cualquieras". La muerte descrita, representa como "matamos" espiritualmente a los demás al mostrar nuestra desnudez, pues toda desnudez independientemente de la cultura que sea, produce reacciones sexuales en quienes la ven, pues recuérdese que el pecado entró al mundo, y todos abrimos nuestros ojos como Adán y Eva cuando llegamos a la juventud, y así conocemos el bien y el mal (génesis 8:21), lo cual hace que al conocer el mal, surja lo pecaminoso. ¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado? (Proverbios 20:9), ni aún los cristianos están libres de caer, pues quien conoció el mal, no lo podrá olvidar a pesar que no viva en él, es por esto que Dios promete borrar todo mal pensamiento al llegar al cielo (Apocalipsis 21:4), y también pide no confiar en la propia prudencia (Proverbios 3:5), pues sabe que ya hemos conocido el mal, lo cual nos hace tener la posibilidad de codiciar. El espiritual no es aquel que cree que como ya es espiritual, no es necesario que no cubra su desnudez, sino que el espiritual al conocer de prudencia, sabe que lo más sabio es cubrirla, no solo por mandamiento, sino también por pensar en las posibles consecuencias que puedan surgir de aquel acto de mostrar un poco de desnudez (esto es la prudencia; recordad: "el que cree estar firme mire que no caiga").

Algunos con respecto a la norma principio de no mostrar desnudez podrían preguntarse: ¿hasta dónde se cubre la desnudez?, ya que sabemos que el torso tiene su medida, los muslos tienen su medida, las pantorrillas tienen su medida, los glúteos tienen su medida, así que quien niega la existencia de medidas, niega la existencia de los miembros musculares mencionados, pues estos se nombran y se conocen por sus medidas.

Puede suceder que alguien diga: "no hay estándar (punto de referencia) objetivo de hasta dónde llega el pudor", pero decir esto lleva a muchas consecuencias gravísimas como caer en subjetivismo, ya que cada quien tendría su propia opinión respecto al tema, pero ya sabemos por lo anterior expuesto, la necedad de las opiniones con respecto a mandamientos, y también surge otra consecuencia más grave aún, y es la siguiente:

La Biblia enseña que Dios es bueno.

Dios nos manda a vestir con pudor.

Supuestamente no hay un estándar objetivo de hasta dónde debemos cubrir la desnudez (esto es pudor).

Dios manda algo que no se puede conocer objetivamente.

Solo un Dios malo daría mandamiento que no se puede saber como cumplirlo, semejante a pedir al hombre que se salve sin decirle cómo.

Conclusión: El Dios de la Biblia es falso para quienes niegan que haya un estándar objetivo de hasta dónde cubrir la desnudez, por la contradicción que hay entre (1), (2) con el (5).

Queda entonces en responsabilidad del hombre, encontrar y buscar ese estándar objetivo para poder cumplir el mandato (Mateo 7:7). Anteriormente vimos que el Antiguo Testamento podía servir de desarrollo para las normas principio que había en el Nuevo Testamento, y esto es lo que desarrollaremos a continuación:

"Y les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta los muslos (Éxodo 28:42)".

Es pues, en esta declaración de Éxodo, que encontramos el pensamiento de Dios de hasta dónde llega la desnudez. Para Dios la desnudez se muestra cuando mostramos los muslos. Muchos podrían alegar que es un mandamiento para los sacerdotes del Antiguo Pacto y, que por tal motivo no debemos guardarlo ni obedecerlo, pero en esta ocasión es necesario recordar la distinción anterior.

El mandamiento es: "Les harás calzoncillos de lino a los sacerdotes para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta los muslos".

El principio es: Para Dios mostrar los muslos es mostrar desnudez

Si bien notamos, el mandamiento es hacer calzoncillos de lino para los sacerdotes. El objetivo o el fin de hacer los calzoncillos de lino, era cubrir la desnudez, y es ahí donde Dios da la medida de hasta donde llega desnudez, y claramente expresa: "serán desde los lomos (caderas), hasta los muslos (todo lo que está por encima de las rodillas hasta las caderas)". Por otro lado, tenemos el principio, el cual es distinto al mandamiento, pues si fuera lo mismo, diríamos que somos sacerdotes ministeriales que deben usar calzoncillos de lino para cubrir la desnudez, no calzoncillo de cualquier otra tela, sino específicamente de lino, en ese caso sí estaríamos guardando la antigua ley, lo cual implicaría judaizar, y en consecuencia ser judío, no cristiano.

Visto ya la diferencia, objetivamente sabemos por revelación que Dios sabe que la desnudez es mostrada cuando el cristiano muestra los muslos, y esto en referencia aún solamente al tren inferior, y al ser Dios quien sabe esto, necesariamente se vuelve no una creencia personal u opinión, sino un hecho, lo cual obliga a todo amante de la verdad a creer lo mismo, pues lo que para Dios es, para nosotros también, pues esto es la realidad de las cosas. Pero, ¿qué hay del tren superior?.

Conocemos todos, la historia del principio, cuando Adán y Eva estaban desnudos y no se avergonzaban, pues no había maldad ni conocían el mal como todos hoy lo hemos conocido y conocemos. En este tiempo, no es aplicable la ilustración del hombre con los diamantes bajo su camiseta, pues todo era pureza, mas surge de aquí el comienzo de la impureza, por la desobediencia de ellos. La historia narra así:

1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal . 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella (Génesis 3:1-6).

Vemos aquí la historia de cómo el pudor, comenzó a ser necesario, y en consecuencia, bueno. Eva cayó por la palabra, y la conversación (es común oír que la mujer es auditiva), aunque también la mujer "vió" que el árbol era bueno para comer, así que la mujer también puede ser algo "visual" aunque principalmente caiga por la "labia", posteriormente Eva le da a Adán y él observa (el hombre es visual), y obedece a su mujer y por desear también el fruto cae. Pero, ¿qué consecuencia surgió de sus desobediencias?.

7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales (Génesis 3:7).

Adán y Eva ya no veían más aquella desnudez como dos niños que cuando se bañan juntos no se avergüenzan, sino que veían ya con otros ojos aquello que antes veían con pureza, al grado que buscaron inmediatamente cubrirse, y a decir del texto, solo se hicieron delantales, lo cual es semejante (no igual) a un bikini de mujer o a un hombre sin camiseta y en boxers en la playas de hoy, lo cual es completamente normal para la cultura de hoy. Pero a todo esto, sabemos también por la Escritura, que a pesar de hacer esto, ellos seguían desnudos…

8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí (Génesis 3:8-10).

Notamos que ellos, al oír la voz de Dios, se esconden (recuerde que ya tenían los delantales), y entre las razones que se da al responder a Dios sobre su forma de proceder al esconderse por miedo, dicen claramente: "porque (esto indica una explicación) estaba desnudo; y me escondí". Ellos sabían que a pesar de tener tales delantales, estaban desnudos, pero a decir de una persona influenciada de creencias modernas, dirá: "no estaban desnudos, solamente estaban usando ropa apropiada para un día de piscina y playa, lo cual no es malo ni vergonzoso, sino cómodo y apropiado, no juzgable ni condenable, ni repudiable, sino tolerable y respetable". Este pensamiento moderno tan entremetido en la mente actual, es contrario al concepto de pudor que da la Escritura. No es posible decir que se es pudoroso, y a la vez andar en "delantales", el subjetivismo cultural, tal como lo menciona la frase del hombre moderno, hace que el pudor sea dejado de lado en playas, reuniones familiares, piscinas, etc. La falta de pudor la cultura lo ha convertido en tolerable, al grado de negar el mandamiento de 1 Timoteo 2:9, pues no es necesario, se dirá, vestir con pudor, pues lo importante es tu "corazón", pero a esto se responde: "que lo que hay en tu corazón (pudor), sea mostrado en tus obras, porque el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca, o en otras palabras: "lo que hay dentro de ti (abundancia del corazón), mostrará externamente (habla la boca) lo que en tu corazón hay (Lucas 6:45)".

Es preciso recordar lo engaños del corazón (Jeremías 17:9), y que existe ya desarrollada la psicología del autoengaño, como menciona Goleman en su libro "El punto ciego: Psicología del autoengaño", por tanto, con mucha más atención, no hay que tratar de justificarnos (esto es propio del autoengaño), sino mirar nuestras obras, porque estas revelan lo que hay en nuestro corazón. Si bien es dura esta palabra, es necesario tener un corazón humilde, apacible y razonable para aceptarla, pues va contra lo que la mayoría cree en el presente mundo subjetivista (a pesar de que en el siglo pasado esto sería inmoral, ya que aún en el siglo pasado, las gentes iban a las playas vestidos con pantalones y bien cubiertos del torso), pero negar estas verdades, es negar a Dios y su palabra.

Pero, a todo esto, ¿qué hizo Dios para cubrir la desnudez de Adán y Eva?, ¿cómo hizo para vestirlos?.

Sabemos que la ropa está hecha para cubrir la desnudez, no para mostrarla sutilmente por medio de huecos en las prendas, o por medio de diseños donde la desnudez se muestra sutilmente. Dios al saber la necesidad de cubrir al ser humano, hace lo siguiente:

21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió (Génesis 3:21).

No se vaya a cometer el error de empezar a crear hombres de paja por querer negar la doctrina de Dios en cuanto a la vestimenta, comenzando a poner la atención en la túnica, pues recuérdese que al principio de la exposición del tema se aclaró que no se hablará de telas, sino de medidas.

Para cubrir la desnudez de Adán y Eva, Dios les da túnicas. La palabra hebrea para la vestimenta con la que Dios los viste (con lo que les cubre la desnudez) es ketónet, y para fines visuales y pedagógicos, pondré una imagen de cómo se vería.

Al observar la imagen, vemos que Dios los cubre por debajo de las rodillas, y esto es una muestra de prudencia, pues es obvio que al sentarse, las ropas se estiran y la desnudez (en este caso los muslos), quedan expuestos, por esta razón hizo Dios esta túnica de esta medida. Si bien Dios pudo hacerles jeans, bermudas que lleguen a la medida de la túnica, o "chavitos" como le llaman en Perú, y sin ánimos de dar importancia al material, Dios los cubrió hasta por debajo de las rodillas para cubrir su desnudez.

En lo que refiere al torso, no le dejó a la mujer ni al hombre, usar prendas escotadas, ni en sus espaldas les dejó que estén descubiertas, sino que las cubrió como se muestra en la imagen. Recordemos pues, que el cuello tiene su medida, y eso Dios si dejó expuesto, mas lo de abajo que puede mostrar el pecho, no.

No es un misterio para todos nosotros, que vivimos en la época de la moda del destape, que principalmente ha trastornado a las mujeres, y va pronto a por los hombres, pues ya se ve de a pocos las bermudas de los hombres más cortas que antes, y los shorts de las mujeres semejantes son a la medida de un boxer, mostrando así el sin pudor de la cultura occidental actual, y en cuanto al torso también notamos en la cultura, estas acciones contrarias a las Escrituras, pues vemos hombres sin camiseta en las calles, playas, sin ninguna vergüenza, y también mujeres mostrando sus ombligos, escotes y espaldas descubiertas al vestir. Lamentablemente esta es la cultura de hoy, una cultura sin vergüenza. Es aún raro notar, que una mujer con bikini sentirá vergüenza si la ven sus amigos en su casa así, pero si es en la playa se sentirá cómoda, pues como la mayoría está así, su condición de ser social le hace normalizar estas cosas.

No puede el cristiano, vestir así ni amoldarse al mundo actual (romanos 12:2), el cual es un mundo depravado, y su vestimenta refleja lo que en sus corazones hay. No en vano, vino la moda del destape, junto con el crecimiento de las revoluciones sexuales del siglo XX, y las canciones de Bad Bunny que reducen a la mujer a un objeto sexual, también no en vano los que reggaeton bailan en los videoclips oficiales, usan tops, mini shorts, y escotes, pues todo esto es muestra del poco pudor, y de sus corazones deseantes de sexo. También no en vano, hoy, la pornografía crece en sus consumidores, y las prostitutas visten igual que las mujeres que se van de fiesta en las noches pertenecientes al mundo, o aún de las salidas cotidianas a la calle. Es pues, entonces, repudiable asemejarse a ellos, ni ser partícipe con ellos (Efesios 5:11), pues quien comprende este mal, comprende que necesita arrepentirse.

Conclusión

No sea pues, la iglesia parte del plan de Satanás, el cual es que el mundo sea tentado siempre, y peque en los deseos sexuales que generan los actos de mostrar la desnudez.

Tapar la desnudez, es un acto de amor al otro, pues si Cristo Jesús se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, nosotros debemos hacer lo mismo, despojándonos de nuestros deseos de querer vernos más atractivos si el caso de mostrar la desnudez es por querer ser apreciado por los demás, o si por el calor alguno deja el pudor pensando solamente en sí mismo, no dando ejemplo a los hijos aún en casa, y que luego no se podrá decirles: "viste con pudor al salir", porque ellos contestarán: "¿por qué habríamos de hacer lo que ni en casa haceis?". Ciertamente es necesario oír y aplicar, y cuidar de no ser nosotros fuente de tentación aún en nuestras publicaciones en redes sociales, pues la desnudez genera o puede generar en otros, tentaciones y dificultades.

Este escrito no pretende responder todo, pero sí dar la base, porque aún hay mucho que se puede desarrollar sobre el tema desde una perspectiva histórica, moral, etc.

Que la gracia de Dios sea con quien lee esto, y que ablande su corazón para creer y aplicar su verdad que Él ha relevado para los que le aman. Es necesario que siquiera mínimo se escudriñe el mensaje, pues quien lo niega por prejuicios y no por argumentos concluyentes, solo ha negado a Dios, tomando el lugar de Dios por ser uno mismo el fundamento de lo correcto y lo incorrecto. Esto no es una opinión teológica, sino una VERDAD teológica.

Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación (Hebreos 3:15).

Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así (Hechos 17:11).



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