Melitón de Sardes

Melitón, fue obispo de la iglesia de Cristo en Sardes, la cual se sitúa cerca de Esmirna en Asia Menor. Polícrates habló de él diciendo: "¿Y qué falta hace hablar de Sagaris, obispo y mártir, que descansa en Laodicea, así como del bienaventurado Papirio y de Melitón, el eunuco, que en todo vivió en el Espíritu Santo y reposa en Sardes esperando la visita que viene de los cielos el día en que resucitará de entre los muertos?" (Carta de Polícrates al obispo de Roma Víctor, citado por Eusebio en su Historia Eclesiástica, Libro V, 24,5).

Como fue llamado eunuco se ha argumentado que no tuvo esposa y que ejerció el celibato, mas también puede ser entendido la palabra "eunuco" como "el continente" (cf. O. Perler, Méliton de Sardes Sur la Pâque et Fragments: Sources Chrétiennes 123 (Paris 1966) 8.), es decir, el moderado en sus pasiones y no necesariamente "el virgen". Esto guarda conexión lógica con el estilo de vida que se le adjudica, pues fue hombre virtuoso según comenta Polícrates de Éfeso.

De Melitón se conserva fragmentos de sus obras perdidas y la obra de la "Homilía sobre la Pascua", en la cual nos expone en parte la teología de los Pactos (cf. Homilía sobre la Pascua, 4); nos enseña las dos naturalezas de Cristo (cf. Homilía sobre la Pascua, 8); la doctrina del Logos (cf. Homilía sobre la Pascua, 9); nos ilustra sobre por qué Dios hizó una ley que se iba a abolir (Homilía sobre la Pascua, 36-37); sobre la corrupción volitiva o voluntaria nos alecciona también (Homilía sobre la Pascua, 55), yendo así contra la corrupción hereditaria o la involuntaria; e instruye narrando sobre la historia de Dios y su pueblo desviado, haciéndoles un reproche por haber matado al Mesías, aunque termina con una invitación a todas las naciones de servir al "cordero resucitado", el cual es la vida misma (cf. Homilía sobre la Pascua, 102-103).

De los fragmentos conservados por el historiador Eusebio, quizá el contenido de más interés sea la lista de libros canónicos que recopiló él después de investigar a los judíos en sus propias tierras con el viaje que realizó.