Fundamentación del Logos

Como todos los edificios requieren una buena base para sostenerse, así también el canon de las Escrituras requiere fundamentos firmes que lo sostengan, pues no viene la Palabra de Dios por voluntad humana ni es reconocida por el consenso como si de una falacia ad populum se tratara, sino que ni por interpretación colectiva ni privada, fue traída por los santos hombres de Dios que fueron inspirados por el Espíritu Santo, garantizador de las verdades eternas (cf. 2 Pedro 1:20-21).

En este escrito expondremos la autoridad que le da cada uno a su compañero, pues en conjunto cada uno válida al otro y así sucesivamente hasta llegar a algo certero, lógico y confiable.

No tomamos simples textos como cuando Pablo cita asuntos de teología natural de autores paganos que no requieren de revelación sobrenatural para ello (cf. Romanos 1:20; Salmos 19:1-2), sino que, solo asimos de aquellas citas que en contexto canónico o de revelación sobrenatural, se pueden saber. Pero primero es necesario explicar un poco más esto.

Categoría Canónica

De gran estima y de manera taxativa son canónicos aquellos libros usados por Jesús que se expresan firmemente con la frase "está escrito" o aquellos que el Maestro utiliza para Revelación sobrenatural de su identidad de Hijo (cf. Mateo 11:27). Y si alguno dijere ¿por qué debe ser así?, respondemos: ¿no es auto evidente que la verdad (Jesús) que demostró resucitar y ser Dios defina la verdad canónica? ¿No es verdadero que lo sobrenatural sea validado por una fuente sobrenatural (Dios)?

También, reconociendo la inspiración apostólica a toda la verdad (cf. Juan 16:13; 2 Pedro 1:3) y por ser ellos la voz que representa a Cristo, de aquellos se tomará sus enseñanzas por la fe en la palabra de Jesús (el Logos) cuando dijo: "cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir". Es pues notorio de esto, que los apóstoles no fueron puestos para transmitir el error o vivir engañados ellos mismos, sino que para conservación, exposición y fundamento de la verdad fueron puestos (cf. 1 Timoteo 3:15). 

En el caso de la Tradición apostólica, también se considerará la autoridad que permaneció fiel, de las citas de usos canónicos que se den a los libros, por provenir de la enseñanza oral de los apóstoles (2 Tesalonicenses 2:15).

Así pues, todos los escritos nombrados junto a estos, son considerados de igual valor que el citado a su lado. A modo de ejemplo decimos: 

Cabe aclarar que algunos escritos se nombrarán juntos, por cuanto al principio eran unidos y no estaban divididos como dice ahora: 1 Samuel y 2 Samuel, sino que simplemente era un solo libro. Así pues, a modo de ejemplo se citará los dos libros de Reyes como uno solo, porque así era en tiempos antiguos. Es pues, momento oportuno de manifestar aquellos libros que cumplen la Categoría Canónica:

Génesis - Éxodo - Levítico - Números - Deuteronomio (Torá)

Josué

Jueces con apéndice de Rut

1 Samuel y 2 Samuel

1 Reyes y 2 Reyes

1 Crónicas y 2 Crónicas

  • 2 Reyes 23,28 (Reconoce la historia confiable de los reyes de Judá descrita en Crónicas, haciendo válido los Paralipómenos como fuente fiable de saber).

Esdras - Nehemías

Tobías

  • Citado por Policarpo de Esmirna, el cual fue discípulo directo del apóstol Juan.
  • Mateo 7,12 (referencia de Tobit 4,15)

Job

Salmos

1 Macabeos

Proverbios

Eclesiastés

El Cantar de los Cantares

Sabiduría

Jeremías con apéndice de Lamentaciones

Mateo 2,17-18 (el libro de Jeremías es citado como profecía).

Eclesiástico

Isaías

Ezequiel

Daniel

Baruc

Epístola de Jeremías

  • Citado por Ireneo de Lyon discípulo de Policarpo de Esmirna, el cual fue discípulo directo de Juan el apóstol.

Oseas - Joel - Amós - Abdías - Jonás - Miqueas - Nahúm - Habacuc - Sofonías - Hageo - Zacarías - Malaquías (Libro de los Doce Profetas)

Nuevo Testamento

Mateo

  • Gracias a la Tradición sabemos la autoría de Mateo del primer evangelio (Ireneo, Contra las Herejías, Libro III, 1.1). Este es un libro canónico por la promesa de Jesús a sus apóstoles (Juan 16:13).

Marcos

  • Gracias a la Tradición sabemos la supervisión de Pedro a Marcos que redactó este evangelio (Papías de Hierápolis, Fragmentos; Ireneo, Contra las Herejías, Libro III, 1.1). Este es un libro canónico por la promesa de Jesús a sus apóstoles (Juan 16:13).

Lucas

  • Gracias a la Tradición sabemos la supervisión de Pablo a Lucas que redactó este evangelio (Fragmento Muratori; Ireneo, Contra las Herejías, Libro III, 1.1). Este es un libro canónico por la promesa de Jesús a sus apóstoles (Juan 16:13).

Juan

  • Gracias a la Tradición sabemos la autoría del apóstol Juan que redactó este evangelio (Fragmento Muratori; Ireneo, Contra las Herejías, Libro III, 1.1). Este es un libro canónico por la promesa de Jesús a sus apóstoles (Juan 16:13).

Hechos

  • Gracias a la Tradición sabemos la autoría de Lucas que redactó este documento histórico y canónico (Fragmento Muratori). 

Romanos

  • 2 Pedro 3,16

1 Corintios

  • 2 Pedro 3,16

2 Corintios

  • 2 Pedro 3,16

Gálatas

  • 2 Pedro 3,16

Efesios

  • 2 Pedro 3,16

Filipenses

  • 2 Pedro 3,16

Colosenses

  • 2 Pedro 3,16

1 Tesalonicenses

  • 2 Pedro 3,16

2 Tesalonicenses

  • 2 Pedro 3,16

1 Timoteo

  • 2 Pedro 3,16

2 Timoteo

  • 2 Pedro 3,16

Tito

  • 2 Pedro 3,16

Filemón

  • 2 Pedro 3,16

Hebreos

  • Usado por la Tradición del siglo II.

Santiago

  • El hermano del Señor, Santiago, fue una de las columnas de la iglesia junto con Pedro y Juan (Gálatas 2:9 1 Pedro, por lo cual, un escrito de una columna no puede ser posible de inestabilidad, ya que afirmar lo contrario iría contra el principio de reducción al absurdo, por tanto es canónico.

1 Pedro

  • Escrito por Pedro, apóstol de la promesa y columna de la iglesia (Juan 16:13; Gálatas 2:9).

2 Pedro

  • Escrito por Pedro, apóstol de la promesa y columna de la iglesia (Juan 16:13; Gálatas 2:9).

1 Juan

  • Escrito por Juan, apóstol de la promesa y columna de la iglesia (Juan 16:13; Gálatas 2:9).

2 Juan

  • Escrito por Juan, apóstol de la promesa y columna de la iglesia (Juan 16:13; Gálatas 2:9).

3 Juan

  • Escrito por Juan, apóstol de la promesa y columna de la iglesia (Juan 16:13; Gálatas 2:9).

Judas

  • Escrito por Judas (ver Judas 1:1 y Lucas 6:16), apóstol de la promesa (Juan 16:13).

Apocalipsis

  • Escrito por Juan, apóstol de la promesa y columna de la iglesia (Juan 16:13; Gálatas 2:9).

Por la guía del Logos tenemos la siguiente conclusión:

ANTIGUO TESTAMENTO:

  1. Torá.
  2. Josué.
  3. Jueces (apéndice de Rut).
  4. 1 y 2 Samuel.
  5. 1 y 2 Reyes.
  6. 1 y 2 Crónicas.
  7. Salmos.
  8. Isaías.
  9. Ezequiel.
  10. Jeremías (apéndice de Lamentaciones).
  11. Baruc.
  12. Epístola de Jeremías.
  13. Los Doce Profetas.
  14. Daniel.
  15. Proverbios.
  16. Cantar de los Cantares.
  17. Eclesiastés.
  18. Esdras - Nehemías.
  19. Tobías.
  20. Eclesiástico.
  21. 1 Macabeos.
  22. Sabiduría.

Concluimos con 22 libros como el número de letras del alfabeto hebreo, símbolo de perfección y completitud.

NUEVO TESTAMENTO

  1. Mateo.
  2. Marcos.
  3. Lucas.
  4. Juan.
  5. Hechos.
  6. Romanos.
  7. 1 Corintios.
  8. 2 Corintios.
  9. Gálatas.
  10. Efesios.
  11. Filipenses. 
  12. Colosenses.
  13. 1 Tesalonicenses.
  14. 2 Tesalonicenses.
  15. 1 Timoteo.
  16. 2 Timoteo.
  17. Epístola a Tito.
  18. Epístola a Filemón.
  19. Epístola a los Hebreos.
  20. Epístola católica de Santiago.
  21. 1 Pedro.
  22. 2 Pedro.
  23. 1 Juan.
  24. 2 Juan.
  25. 3 Juan.
  26. Judas.
  27. Apocalipsis.

Concluimos con 27 libros como el número de la lista de Atanasio de Alejandría. 

Es necesario mencionar que esta fundamentación está realizada de la forma breve. Si se quisiera observar la exposición abundante, se podrá observar en la sección "Libros de instrucción".

Categoría Segunda

En este aspecto mostraremos los libros usados generalmente por la iglesia para enseñanza moral o histórica, que los hace útiles y sirven de enseñanza haciéndolos no despreciables, pero no necesariamente inspirados y que no son autoridad infalible para determinar doctrina eclesial, no porque digamos que sean simples obras humanas repletas de errores, sino porque no hay revelación del Logos para saber su inspiración con certeza, pues hay cosas que no nos revela (Deuteronomio 29:29). Cabe aclarar que los libros que son de la primera categoría ya no serán mencionados aquí por más que también hayan sido utilizados como categoría segunda (en el sentido histórico y moral).

  1. Ester.
  2. Judit.
  3. 1 Enoc.
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